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Desde antaño el teatro y la expresión corporal en sus múltiples variantes ha tenido y tiene un cariz e importancia destacable, no sólo por lo que de ellos puede extraerse, sino por las ventajas y beneficios que adquieren, no ya como medio de desarrollo y expresión sino, como en el terreno que nos ocupa, el de la enfermedad mental, como un excelente fin terapéutico.
¿Por qué decimos esto?, pues es evidente que con el Teatro conseguimos manifestar sentimientos, emociones o simplemente, nos divertimos, también inconscientemente trabajamos una serie de aspectos fundamentales para todo desarrollo humano, tales como la comunicación, la cooperación, capacidad de esfuerzo, integración etc., y especialmente si lo enfocamos hacia el sector de las personas con enfermedad mental en sus variados registros, éstos elementos obtienen mayor relevancia si cabe.
A menudo estos sujetos presentan grandes dificultades en todo lo relacionado con la manifestación de emociones, lo cual les conduce a carencias afectivas severas y bastante significativas, y lo mismo sucede cuando hablamos de la comunicación y la interacción social, mermada por no poder desenvolverse de forma autónoma e independiente. Con la expresión corporal como uno de los recursos de los que dispone en su conjunto la actividad teatral, damos cabida a potenciar las capacidades de los enfermos, porque son capaces de demostrar sus habilidades expresivas trabajando todo su cuerpo, además de asentar o consolidarlas. Esto es básico a la hora de elaborar programas o sesiones de expresión corporal, teatro o mímica, ya que hay que tener muy en cuenta en primer lugar, las características individuales para saber realmente hasta dónde son capaces de llegar; sus habilidades socio-afectivas, comunicativas y sobre todo, de qué manera se relacionan tanto con su grupo de iguales como con el ambiente que les rodea. Para ello, buscaremos siempre llegar a ellos con sencillez, alegría, comprensión y apertura de miras, dicho de otro modo, ser muy cercano para que todo funcione adecuadamente. Entre los contenidos esenciales de estos ejes, caben varios ejemplos dentro de una programación de carácter anual:
La labor de los diversos profesionales tanto técnicos, educativos o sanitarios es precisamente reforzar y potenciar todas las mejoras obtenidas, y en concreto al efectuar un taller de expresión corporal o teatro, seguro que aparecen a las claras cuales son y por qué se han producido. Para todos los que les interese el trabajo con estos pacientes, les diré que empiecen por aquello que les parezca menos atractivo o estimulante, porque de ahí es de dónde se logrará el avance; la persona con enfermedad mental no hay que olvidar que es un enfermo pero que conserva una parte importante de sus facultades, y debemos ahondar en las que se han perdido o como se suele decir, se han escondido y sacarlas al a luz. Con el teatro podemos ayudarles y mucho, y con nuestra actitud todavía más; así que démosles nuestra mejor sonrisa, pongámosles una nariz de payaso, un disfraz y que explote toda la fantasía del momento, estoy convencido de que ellos en el fondo lo agradecerán, y nosotros nos sentiremos orgullosos de ello; porque hacemos grande lo más pequeño.
origen http://www.saludmental.info/Secciones/rehabilitacion/2007/teatro-terapia-mayo07.htm
¿Por qué decimos esto?, pues es evidente que con el Teatro conseguimos manifestar sentimientos, emociones o simplemente, nos divertimos, también inconscientemente trabajamos una serie de aspectos fundamentales para todo desarrollo humano, tales como la comunicación, la cooperación, capacidad de esfuerzo, integración etc., y especialmente si lo enfocamos hacia el sector de las personas con enfermedad mental en sus variados registros, éstos elementos obtienen mayor relevancia si cabe.
A menudo estos sujetos presentan grandes dificultades en todo lo relacionado con la manifestación de emociones, lo cual les conduce a carencias afectivas severas y bastante significativas, y lo mismo sucede cuando hablamos de la comunicación y la interacción social, mermada por no poder desenvolverse de forma autónoma e independiente. Con la expresión corporal como uno de los recursos de los que dispone en su conjunto la actividad teatral, damos cabida a potenciar las capacidades de los enfermos, porque son capaces de demostrar sus habilidades expresivas trabajando todo su cuerpo, además de asentar o consolidarlas. Esto es básico a la hora de elaborar programas o sesiones de expresión corporal, teatro o mímica, ya que hay que tener muy en cuenta en primer lugar, las características individuales para saber realmente hasta dónde son capaces de llegar; sus habilidades socio-afectivas, comunicativas y sobre todo, de qué manera se relacionan tanto con su grupo de iguales como con el ambiente que les rodea. Para ello, buscaremos siempre llegar a ellos con sencillez, alegría, comprensión y apertura de miras, dicho de otro modo, ser muy cercano para que todo funcione adecuadamente. Entre los contenidos esenciales de estos ejes, caben varios ejemplos dentro de una programación de carácter anual:
- Habilidades Sociales (improvisaciones, teatrillos, juegos cooperativos)
- Comunicación e interacción ( El “ Role Playing”)
- Expresión Corporal ( Diálogos, Mímica, Juego gestual)
La labor de los diversos profesionales tanto técnicos, educativos o sanitarios es precisamente reforzar y potenciar todas las mejoras obtenidas, y en concreto al efectuar un taller de expresión corporal o teatro, seguro que aparecen a las claras cuales son y por qué se han producido. Para todos los que les interese el trabajo con estos pacientes, les diré que empiecen por aquello que les parezca menos atractivo o estimulante, porque de ahí es de dónde se logrará el avance; la persona con enfermedad mental no hay que olvidar que es un enfermo pero que conserva una parte importante de sus facultades, y debemos ahondar en las que se han perdido o como se suele decir, se han escondido y sacarlas al a luz. Con el teatro podemos ayudarles y mucho, y con nuestra actitud todavía más; así que démosles nuestra mejor sonrisa, pongámosles una nariz de payaso, un disfraz y que explote toda la fantasía del momento, estoy convencido de que ellos en el fondo lo agradecerán, y nosotros nos sentiremos orgullosos de ello; porque hacemos grande lo más pequeño.
origen http://www.saludmental.info/Secciones/rehabilitacion/2007/teatro-terapia-mayo07.htm