No es fácil cerrar una historia de amor. El sentimiento aun puede ser fuerte y es posible que la historia ya ha terminado o que la pareja ya no funciona porque son demasiadas las humillaciones, las violencias y las dificultades, pero todavía quedamos. Cerrar es difícil, es como si estuviéramos en una jaula desde la cual no podemos salir. Nunca es simple cerrar la puerta, aun que la pareja ya explotó.
Muchas parejas visitan mi consultorio para recuperar su historia de amor, pero, en realidad, la historia ya esta cerrada y están sufriendo por dependencia afectiva o por miedo. “Quiero en todos modos salvar mi historia, porque tengo miedo de equivocarme y no quiero quedarme solo/a.”
Desde mi punto de vista se trata de una emergencia, es necesario aprender cómo dejarse, como dejar atrás relaciones peligrosas. Equivocarnos es humano y todos sentimos miedo, es una emoción muy importante por nuestro bienestar personal. Lo que pasa, en estos casos, es que el miedo de equivocarnos puede estar bloqueando tu desarrollo, impidiendo los cambios que deseas, obstaculizando el fluir de tu energía vital.
Como counsellor no quiero eliminar tu miedo, pero creo que sea importante para ti, diferenciar en tu vida el miedo sano, útil y indispensable desde el miedo dañino, que bloquea tu desarrollo. El miedo a equivocarnos está totalmente conectado a el miedo del juicio, y esta es una de las principales razones por la cual nosotros postergamos decisiones. Damos espacio a el temor de ser juzgado por los demás, poniendo en primer lugar la necesidad de ser aceptado, mas que nuestro bienestar. La situación se complica cuando la persona que pospone la elección sufre de depresión o de baja autoestima.
En el 1960 Atkinson, uno psicólogo de la Stanford University, a través de algunos experimentos, identificó ese miedo de equivocarnos. Observó que los niños tenía dos actitudes diferentes en frente a sus tareas: un grupo se enfocaba sobra el ganar el premio y aprovechaba la tarea con una actitud que el psicólogo llamó “need for achievement”; el otro grupo se enfocaba sobre el inevitable fracaso y tenía una actitud que Atkinson definió como “miedo a equivocarse”, basado sobre el deseo de evitar la humillación pública.
Así se definió en anormal miedo, injustificado y persistente del fracaso como athchiphobia. Las personas que sufren de esta fobia consideran la posibilidad del fracaso tan peligrosa que eligen no arriesgarse. Estas personas están acostumbradas inconscientemente a obstaculizar su propios esfuerzos, con fin de no obtener los resultados queridos.
Lo científicos explican que las fobias surge por una combinación de genética, química del cerebro y experiencia de vida. Desde mi punto de vista, las personas que presentan esta situación son miembros de una familia degradante, vivieron experiencias traumáticas o vergonzosos acontecimiento que lo vieron involucrados desde temprana edad. Cuando un individuo experimenta una falla significativa y no tiene la herramienta para poder enfrentar los sentimientos, puede producir a largo plazo atychiphobia. También esta tipología de miedo puede ser provocada por padres super protectores.
Vencer el miedo a equivocarnos requiere mucho trabajo sobre uno mismo. Puedes salir de esta situación y lo puedes lograr poniendo el justo empeño y aplicando pequeñas estrategias.
Antes de todo recuerdo que el miedo a equivocarnos es parte del desarrollo de la persona. Damos demasiada importancia a los errores y a las equivocaciones. El equivoco no es la parte final o el resultado, si no, es parte del proceso más amplio que involucra todo nuestro aprendizaje y crecimiento personal. Cualquier proceso necesita de errores, para poder aprender a través de la experiencia, para ser más fuerte y experimentar la constancia y la determinación.
Fallar no significa ser un fracasado. Te criaste equivocándote y aún te gritaron cuando eras pequeño por haber hecho algo mal, ahora que eres una persona adulta, necesitas equivocarte para seguir de forma sana tu desarrollo personal. La equivocación no es una característica de tu persona, es un elemento que demuestra cuánto fuerte y tenaz tú eres.
No existen fracasos, existen resultados y para poder llegar a resultados es necesario pasar a través de los fracasos. Las acciones siempre causan resultados, a veces resultados que no nos deseamos, a veces efectos que la vida no traes como sorpresas; en todos modos son experiencias de aprendizaje.
Sólo equivocándonos podemos aprender. Los errores son oportunidades de aprendizaje, así que cuando nos equivocamos deberíamos aprovechar de la oportunidad y preguntarnos: Que he aprendido de esta experiencia? Qué pasó? Como podría evitar la próxima vez que pase lo mismo? Que cambiaría de esta experiencia?
William Shakespeare decía en nuestras dudas son traicioneras, nos hacen perder el bien porque tenemos miedo de intentar.
Estoy profundamente convencida que para crecer es necesario encontrar el coraje de salir y experimentar. Probablemente te equivocarás y esto podrá pasar una, cien y mil veces, pero, cada vez aprenderás algo de nuevo y serás una persona más sabia y feliz.
Articulo de Sara Morbidi
contactos: [email protected]
Muchas parejas visitan mi consultorio para recuperar su historia de amor, pero, en realidad, la historia ya esta cerrada y están sufriendo por dependencia afectiva o por miedo. “Quiero en todos modos salvar mi historia, porque tengo miedo de equivocarme y no quiero quedarme solo/a.”
Desde mi punto de vista se trata de una emergencia, es necesario aprender cómo dejarse, como dejar atrás relaciones peligrosas. Equivocarnos es humano y todos sentimos miedo, es una emoción muy importante por nuestro bienestar personal. Lo que pasa, en estos casos, es que el miedo de equivocarnos puede estar bloqueando tu desarrollo, impidiendo los cambios que deseas, obstaculizando el fluir de tu energía vital.
Como counsellor no quiero eliminar tu miedo, pero creo que sea importante para ti, diferenciar en tu vida el miedo sano, útil y indispensable desde el miedo dañino, que bloquea tu desarrollo. El miedo a equivocarnos está totalmente conectado a el miedo del juicio, y esta es una de las principales razones por la cual nosotros postergamos decisiones. Damos espacio a el temor de ser juzgado por los demás, poniendo en primer lugar la necesidad de ser aceptado, mas que nuestro bienestar. La situación se complica cuando la persona que pospone la elección sufre de depresión o de baja autoestima.
En el 1960 Atkinson, uno psicólogo de la Stanford University, a través de algunos experimentos, identificó ese miedo de equivocarnos. Observó que los niños tenía dos actitudes diferentes en frente a sus tareas: un grupo se enfocaba sobra el ganar el premio y aprovechaba la tarea con una actitud que el psicólogo llamó “need for achievement”; el otro grupo se enfocaba sobre el inevitable fracaso y tenía una actitud que Atkinson definió como “miedo a equivocarse”, basado sobre el deseo de evitar la humillación pública.
Así se definió en anormal miedo, injustificado y persistente del fracaso como athchiphobia. Las personas que sufren de esta fobia consideran la posibilidad del fracaso tan peligrosa que eligen no arriesgarse. Estas personas están acostumbradas inconscientemente a obstaculizar su propios esfuerzos, con fin de no obtener los resultados queridos.
Lo científicos explican que las fobias surge por una combinación de genética, química del cerebro y experiencia de vida. Desde mi punto de vista, las personas que presentan esta situación son miembros de una familia degradante, vivieron experiencias traumáticas o vergonzosos acontecimiento que lo vieron involucrados desde temprana edad. Cuando un individuo experimenta una falla significativa y no tiene la herramienta para poder enfrentar los sentimientos, puede producir a largo plazo atychiphobia. También esta tipología de miedo puede ser provocada por padres super protectores.
Vencer el miedo a equivocarnos requiere mucho trabajo sobre uno mismo. Puedes salir de esta situación y lo puedes lograr poniendo el justo empeño y aplicando pequeñas estrategias.
Antes de todo recuerdo que el miedo a equivocarnos es parte del desarrollo de la persona. Damos demasiada importancia a los errores y a las equivocaciones. El equivoco no es la parte final o el resultado, si no, es parte del proceso más amplio que involucra todo nuestro aprendizaje y crecimiento personal. Cualquier proceso necesita de errores, para poder aprender a través de la experiencia, para ser más fuerte y experimentar la constancia y la determinación.
Fallar no significa ser un fracasado. Te criaste equivocándote y aún te gritaron cuando eras pequeño por haber hecho algo mal, ahora que eres una persona adulta, necesitas equivocarte para seguir de forma sana tu desarrollo personal. La equivocación no es una característica de tu persona, es un elemento que demuestra cuánto fuerte y tenaz tú eres.
No existen fracasos, existen resultados y para poder llegar a resultados es necesario pasar a través de los fracasos. Las acciones siempre causan resultados, a veces resultados que no nos deseamos, a veces efectos que la vida no traes como sorpresas; en todos modos son experiencias de aprendizaje.
Sólo equivocándonos podemos aprender. Los errores son oportunidades de aprendizaje, así que cuando nos equivocamos deberíamos aprovechar de la oportunidad y preguntarnos: Que he aprendido de esta experiencia? Qué pasó? Como podría evitar la próxima vez que pase lo mismo? Que cambiaría de esta experiencia?
William Shakespeare decía en nuestras dudas son traicioneras, nos hacen perder el bien porque tenemos miedo de intentar.
Estoy profundamente convencida que para crecer es necesario encontrar el coraje de salir y experimentar. Probablemente te equivocarás y esto podrá pasar una, cien y mil veces, pero, cada vez aprenderás algo de nuevo y serás una persona más sabia y feliz.
Articulo de Sara Morbidi
contactos: [email protected]