Siempre mas personas me preguntan sobre el amor.
Yo respondo que cada persona debe encontrar la propia formula de el amor. No existe una formula repetible, no hay una receta que todas las personas pueden usar, cada persona tiene que hacer su búsqueda.
Yo no tengo formulas, no tengo respuestas y tampoco tengo certezas. Tengo dudas, problemas y preguntas; preguntas para los que dicen que tienen certezas y luego no las tienen.
La formula del amor para mi es presencia y ausencia.
Siempre he vivido mi vida viajando arriba y abajo. Cuando estaba empleada en el banco las traslaciones desde casa y el lugar de trabajo eran larga y podía pasar hasta dos horas manejando. La mayoría de las veces me quedaba durmiendo afuera. Las razones era distintas, a veces por comodidad, a veces por las condiciones meteorológicas y a veces porque necesitaba encontrarme con mi soledad. Ocasión que no dejaba escapar los fines de semana cuando estudiaba en Bolonia y me quedaba durmiendo en la ciudad.
Ahora vivo a once mil kilómetros de mi patria natal y reconozco que la distancia es un elemento necesario para acertar el amor.
Siempre he estado lejos y después volvía; y cuando volvía era espléndido. Reencontrar el sabor del bueno, sin ocuparse del malo. Es bello regresar, porque cuando regresas, todos tenemos algo que intercambiarnos.
Entonces para mi la formula es esa: presencia y ausencia.
Con mi pareja vale lo mismo, yo hago mis cosas y el hace sus cosas, como sugirió el maestro Perls y después es estupendo reencontrarnos. La ausencia agudiza el amor, la presencia lo fortalece.
El amor pero señores ya no esta de moda. Recuerdo dos expresiones de cuando era una niña: “Haz el amor, no la guerra ” y “Haz el amor, no el sexo”.
Creo que si hagamos revivir estas dos expresiones, ya haríamos algo de interesante. Haríamos revivir algo de estupendo y maravilloso como el amor. Algo mas grande de la materia, de la oscuridad y del vacío. Podríamos decir de haber dejado algo de útil a los que llegaran en esa tierra.
Un gran amigo me contestaría: si, pero el sexo es importante y el amor duele.
En el día de hoy muchas personas tienen miedo de decir “te amo o estoy enamorado!” porque estamos convencidos que el amor es una debilidad, una vulnerabilidad, un desequilibrio y no una fuerza. Yo creo que si volvemos a hablar de amor seria genial. Por favor, amigo mío, descubre la voz de tu corazón, la razón es linda, la logica es importante pero estoy convencida que la racionalidad no es todo!
Tenemos que escuchar el corazón porque el corazón habla una voz igual. Dominicanos, haitianos, musulmanes, cristianos, judíos el corazón es igual en todas partes. No hay un corazón oriental y uno occidental: es una sola psique y es igual donde sea.
El amor es una cosa maravillosa, a veces es un sufrimiento, otras una alegría o también una gran fuerza, o un fuego o una sensación de insuficiencia … amor.
Amor: todas esas cosas y sin embargo no encontramos diferente forma de expresarlo si no usando una sola palabra.
Yo respondo que cada persona debe encontrar la propia formula de el amor. No existe una formula repetible, no hay una receta que todas las personas pueden usar, cada persona tiene que hacer su búsqueda.
Yo no tengo formulas, no tengo respuestas y tampoco tengo certezas. Tengo dudas, problemas y preguntas; preguntas para los que dicen que tienen certezas y luego no las tienen.
La formula del amor para mi es presencia y ausencia.
Siempre he vivido mi vida viajando arriba y abajo. Cuando estaba empleada en el banco las traslaciones desde casa y el lugar de trabajo eran larga y podía pasar hasta dos horas manejando. La mayoría de las veces me quedaba durmiendo afuera. Las razones era distintas, a veces por comodidad, a veces por las condiciones meteorológicas y a veces porque necesitaba encontrarme con mi soledad. Ocasión que no dejaba escapar los fines de semana cuando estudiaba en Bolonia y me quedaba durmiendo en la ciudad.
Ahora vivo a once mil kilómetros de mi patria natal y reconozco que la distancia es un elemento necesario para acertar el amor.
Siempre he estado lejos y después volvía; y cuando volvía era espléndido. Reencontrar el sabor del bueno, sin ocuparse del malo. Es bello regresar, porque cuando regresas, todos tenemos algo que intercambiarnos.
Entonces para mi la formula es esa: presencia y ausencia.
Con mi pareja vale lo mismo, yo hago mis cosas y el hace sus cosas, como sugirió el maestro Perls y después es estupendo reencontrarnos. La ausencia agudiza el amor, la presencia lo fortalece.
El amor pero señores ya no esta de moda. Recuerdo dos expresiones de cuando era una niña: “Haz el amor, no la guerra ” y “Haz el amor, no el sexo”.
Creo que si hagamos revivir estas dos expresiones, ya haríamos algo de interesante. Haríamos revivir algo de estupendo y maravilloso como el amor. Algo mas grande de la materia, de la oscuridad y del vacío. Podríamos decir de haber dejado algo de útil a los que llegaran en esa tierra.
Un gran amigo me contestaría: si, pero el sexo es importante y el amor duele.
En el día de hoy muchas personas tienen miedo de decir “te amo o estoy enamorado!” porque estamos convencidos que el amor es una debilidad, una vulnerabilidad, un desequilibrio y no una fuerza. Yo creo que si volvemos a hablar de amor seria genial. Por favor, amigo mío, descubre la voz de tu corazón, la razón es linda, la logica es importante pero estoy convencida que la racionalidad no es todo!
Tenemos que escuchar el corazón porque el corazón habla una voz igual. Dominicanos, haitianos, musulmanes, cristianos, judíos el corazón es igual en todas partes. No hay un corazón oriental y uno occidental: es una sola psique y es igual donde sea.
El amor es una cosa maravillosa, a veces es un sufrimiento, otras una alegría o también una gran fuerza, o un fuego o una sensación de insuficiencia … amor.
Amor: todas esas cosas y sin embargo no encontramos diferente forma de expresarlo si no usando una sola palabra.